Es probable que aunque te haya llamado la atención este blog, no tengas idea de cómo tener espacios de meditación para vivir en plena consciencia. Aunque no lo creas, es más normal de lo que podrías imaginar. Meditar es una capacidad innata de todos los seres humanos, pero el nivel y la capacidad de concentración varía según la práctica. Básicamente, funciona como cualquier actividad física.
El origen:
La meditación tuvo origen en culturas occidentales, como una práctica espiritual y religiosa. Pero en los últimos años, con la popularidad y la necesidad de la búsqueda de bienestar, la meditación se ha convertido en un must del día a día de las personas.
Este acto de conexión y encuentro con el ser, ha dejado de verse como una actividad Gurú, para convertirse en simplemente un espacio donde despejar la mente y bajar las revoluciones de toda la información que recibimos en el día a día.
Meditar como un acto de encuentro:
Mirar el más allá y la profundidad de los hábitos que vamos adquiriendo en nuestra vida, nos permite identificar lo que realmente nos aporta a nuestro crecimiento y bienestar.
Quiero que imagines que tu mente es un bosque oscuro que tiene muchos caminos por los que ya has cruzado y otros que aún son desconocidos para ti. Estos senderos son tus pensamientos positivos y negativos, y tú como buen ser humano, pasas por allí una y otra vez al día.
Cuando empiezas a meditar enciendes la lámpara de la exploración. Esta te permite ver con claridad tus pensamientos, acercarte a ellos y reconocer lo que realmente te está haciendo bien o mal. Cuando estás en el nivel de principiante, tu lámpara se apaga con facilidad y pierdes la concentración plena en tu búsqueda. Pero cada espacio de meditación que sacas para ti, fortalece tu capacidad de atención plena y la hace mucho más fuerte hasta que llegas a un nivel avanzado.
En tus recorridos encuentras paisajes que no te agradan mucho, pero con la capacidad de adaptación del cerebro, empiezas a hacer de estos lugares, tus favoritos. Así es cómo moldeas conductas y pensamientos en pro de tu bienestar.
Para no hacer más larga la historia, la meditación es una forma de exploración consciente de los rincones más profundos y menos explorados de tu cerebro y tu alma, aprovechando la capacidad innata de la mente para adaptarse y cambiar a través de los caminos recorridos por el bosque de tu mente.
Meditar también es:- Hacerte preguntas para conocerte más.
- Aprender a respirar para mejorar tu concentración.
- Practicar journaling para darle voz a tus emociones.
- Conectar con la naturaleza para despejar tu mente.
- Hacer alguna actividad física para mejorar tu estado de ánimo.
- Encontrar en el arte una herramienta para reducir el estrés.
- Verbalizar los pensamientos para aclarar las ideas.
Escrito por: Melissa Pérez
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