Uno de los malos hábitos que tiene esta generación es normalizar estar cansados, ya sé que lo anterior se lee como una viejita vintage quejándose de la juventud, pero la verdad es que tengo 30 y hago parte de ese combo que muchas veces necesita un dolor físico para entender que hay que parar.
No sé si ya lo sabías, pero recientemente me enteré de que existen 7 tipos de descanso, aquí te los enlisto:
1. Descanso Físico: Es el primero en el que pensamos cuando nos hablan de descansar, dormir, hacer la siesta, estirarse. Sin embargo, en esta categoría hay otras formas de descansar tu cuerpo: con aceites esenciales, mascarillas, baño con sales y agua caliente, yoga con meditaciones guiadas, entre otros.
2. Descanso Mental: Esa sensación de cansancio al hacer las tareas diarias o de distracción en el trabajo son el resultado del agotamiento mental y es perfectamente normal, de esta sensación de fatiga nacieron las pausas activas.
Lo primero que debes hacer, es abandonar lo que estabas haciendo momentos antes y enfocarte en una actividad de grounding, es decir, algo que te conecte con el presente. Puedes salir a tomar aire por la ventana, servirte una aromática, estirar tu cuerpo o hacer una pequeña meditación guiada con algún ritual que te funcione. No te recomiendo distraerte con el teléfono o la TV, porque estarás, por el contrario, híper estimulando la mente.
Una de nuestras amigas de la comunidad nos contó que cuando está bajo mucho estrés en el trabajo, hace una pausa activa para aplicarse aceite esencial de lavanda y usar nuestras Cartas de Agradecimiento.
3. Descanso Social: Todos los humanos somos seres sociales, y aunque crear vínculos con los demás hace parte de nuestro bienestar, a veces estas interacciones nos sobrecargan; e incluso se sienten un poco forzadas, porque queremos distraernos de nuestra propia compañía.
Se nos olvida lo importante que es pasar tiempo a solas para revisar nuestras emociones, para ojear cuál es el nivel de calidad de nuestras relaciones sociales, para evaluar si estamos invirtiendo tiempo con personas que nos nutren o si, por el contrario, es hora de cerrar ciclos y soltar personas para enfocarnos en nuestra expansión personal. Por último, parece obvio, pero vale aclarar que descanso social no es quedarte en casa viendo redes sociales desde el sofá.
4. Descanso Creativo: Aunque no lo parezca, la ideación es una de las actividades que más energía consume. Bajar ideas, innovar, transformar las palabras en planes y las fantasías en acciones concretas pueden dejarnos exhaustos.
Es importante dejar espacios en blanco en la semana donde puedas “obligarte” a no estar pensando nada creativo orientado a tu trabajo. Cámbialo por algo que hagas solo por diversión sin esperar ningún resultado específico: scrapbooking, cerámica, hacer velas, pintar, jugar juegos de mesa, entre otros.
Memorias del Alma, un libro para soñar.
5. Descanso Espiritual: A veces, la búsqueda de conexión con nuestro interior, los ancestros o los seres superiores en quienes creemos, puede resultar en un estado de saturación de información y agotamiento.
El viaje de la vida es más cool si como seres humanos desarrollamos esta sensibilidad y logramos conectarnos con “algo más”. Pero sé paciente con tu proceso y no lo fuerces demasiado. Una idea que te dejo es cambiar alguna de tus actividades espirituales por un voluntariado.
6. Descanso Sensorial: Vivimos en un mundo donde todo el tiempo permanecemos híper estimulados. No solo por la tecnología, las redes sociales, el ambiente, entre otros; sino porque, si lo piensas bien, existen demasiados distractores. Solo en el trabajo debes disponer de tu energía a otras personas durante 8 o 9 horas del día.
El descanso sensorial es uno de los más necesarios y retador de lograr; porque nos exige disciplina, nos pide desconexión absoluta. Apaga las luces, pon tu teléfono en modo avión, descansa tu cuerpo en un cuarto con luz tenue, quédate a solas contigo y trata de calmar tus pensamientos. Estos son dos rituales que pueden ayudarte con esta misión.
Mensajes del Universo, una guía para tu alma. Rituales para el Alma, una herramienta para nutrir tu esencia.
7. Descanso Emocional: El cansancio emocional suele estar ligado con el estrés. Emociones como rabia, amenaza, miedo o malestar pueden llevarnos a sentir cansancio emocional, por eso es muy importante que cuando identifiques que tu burnout viene ligado a las emociones, te tomes un espacio para fluir con ellas y reconocerlas.
Una de las mejores formas que he encontrado para permitirme descansar de un mal sentimiento es escribir y hacer journaling, porque al mismo tiempo siento que me conozco más a mí misma. En otras ocasiones me doy un gustico como: pedir mi postre favorito, salir a conversar con una amiga o agendar una cita con mi psicóloga.
Visual feelings, descubre tus emociones.
Escrito por: Mariana Guillén.
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