Sanar es un proceso, no es lineal. Cuando intentamos sanar las heridas que vamos guardando desde pequeños, podemos pasar por altibajos que son completamente normales.
Recuerdo que cuando estaba pequeña y me raspaba jugando, cuando la herida empezaba a picarme, mi mamá me decía que era porque estaba sanando.
Cuando sanamos nuestra alma, también podemos sentir incomodidad o remover dolores pasados. No es un proceso corto o lineal. Cada uno lleva su propio ritmo.
Es necesario en el proceso de sanar, analizar y cuestionar lo que sentimos, para después pasar a un proceso de aceptación.
- ¿Qué heridas tengo?
- ¿Cómo puedo sanarlas?
- ¿Qué cosas debo aceptar?
- ¿Qué cosas puedo cambiar?
Tips para sanar
- La vida es hoy, disfruta de lo que tienes ahora y no te quedes en el pasado.
- No pongas cargas en los demás. La responsabilidad de tu vida, es solo tuya. Nadie te hace daño, o te hace cosas malas. Las personas simplemente hacen cosas, depende de ti si te lo tomas personal.
- Permítete sentir. No enmascares tus emociones porque en algún momento deben salir. Es completamente normal que en el proceso de sanar te sientas triste o enojado.
- Aprende de cada situación, así no parezca, todo pasa por algo.
- Agradece también por las situaciones difíciles y por poder aprender de ellas.
- Crea y construye lo que quieres para tu vida.
- Perdona y suelta las cargas del pasado, decide vivir una vida en libertad.
- Acepta con amor las situaciones que no puedes cambiar.
- Date tiempo. No te fuerces, ni te obligues. Cada proceso lleva su tiempo.
Mira cada situación como un crecimiento y transformación positiva para tu vida, las cosas que alguna vez nos lastimaron, son las que nos hacen más fuertes. Sanar es una montaña rusa, no tengas miedo al proceso, al final vale la pena.
Escrito por: Sara Manuela Castrillón Ossa
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